Es algo increíble siempre insaciable social

pues soy de rumbo fijo y hasta la guerra final.

Ya no me quejo por la injusticia, ni por aquellos ideales hambrientos.

Solo juro que algún día mi espada dejara de sentir sentimientos y lamentos.

Rodarán cabezas directas a sus infiernos

para poder calmar justicia dentro de mis tormentos.

viernes, 15 de mayo de 2015

Todo lo que posees, te acabará poseyendo.

¡Hola a todos!

Hoy os voy a mostrar un vídeo animado en el que se puede apreciar lo consumistas que podemos llegar a ser en el sentido de tener todo lo que queremos.

En este corto se puede apreciar lo que se puede considerar, ser un triunfador. Se observa a un hombre muy arreglado físicamente, con apariencia formal y elegante. Sale de la cama para ducharse y tiene un perro que es muy cariñoso y leal, pero sin venir a cuento, le da una patada. Cuando va camino a la ducha, todos los lujos de su casa se pueden apreciar, lujos tales como una fuente con jacuzzi, una taza del váter de lo más de lujosa y todo tipo de objetos que cuestan bastante dinero. Cuando se está duchando, él anteriormente pone el reproductor de música, que se enciende con un silbido, pero este deja de funcionar correctamente hasta que el protagonista va a apagar el reproductor, con tan mala fortuna, que cae una gota de agua en el interior de éste y esto produce un efecto en el que la música que se reproduce, le invade todo su cuerpo hasta llegar a un punto de locura. Con lo que le sucedió con el reproductor de música, entra en una espiral de locura y acaba destrozando la casa y quedándose apenas sin nada.

Con esto, se puede observar que el vídeo es una metáfora de lo que es el consumismo y que el mismo no da la felicidad del ser. Puedes tardar en perder milésimas de segundo todo lo comprado y conseguido, todos los lujos, incluso puedes perderte a ti mismo llevado por su locura, como le ha ocurrido al  personaje. Nos muestra, que el materialismo, por mucho que nos empeñemos a veces, no nos da la felicidad que necesitamos. El señor en cuestión, tiene una mascota que seguro daría la vida por él y la trata como si fuese un simple objeto de los que está acostumbrado a comprar. No tiene fondo.


Puedes tener muchos lujos y placeres, pero los objetos no te van a llenar el interior, de eso el único que tienes que encargarte eres tú. Un fajo de billetes te puede alegrar momentáneamente y, además, tal y como han venido también pueden marcharse, pero la sensación de vacío que puedas llegar a tener, el único que la puedes llenar, eres también solo tú. Los objetos caros no hablan contigo ni te dan un abrazo, sólo sirven para el bienestar del cuerpo y, además, no te hacen ser mejor que otras personas.

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